sábado, 26 de febrero de 2011

La Educación Pública - Un milagro argentino por Gabriel Rolón.


Mentiría si dijera que he leído con asombro las declaraciones del Subsecretario de Inversiones del Gobierno de la ciudad, Carlos Pirovano, dando por muerta a la educación pública, ya que siempre he sabido que esa y no otra es la idea que ronda por la mente de cierto sector de la política argentina.
Lo que si me llamó la atención es que  la expusiera tan descarnadamente y de manera masiva. Su opinión aparece bajo la temática de “Pensamientos transgresores”.
Me gustaría decir que ese pensamiento de transgresor no tiene nada. Por el contrario, no hace más que poner en palabras algo tan viejo como la injusticia social y que durante décadas se ha llevado adelante por medio de políticas económicas siniestras que han tenido como resultado el estado gravísimo en el cual se encuentra hoy la educación argentina. Pero si bien es cierto que llevaron a la escuela pública hasta terapia intensiva, aún no han podido matarla, gracias a los docentes a los alumnos y a muchos políticos y militantes que han dado y dan su vida por ella.
Y en nombre de aquéllos que hoy podemos vivir dignamente de una profesión alcanzada merced al esfuerzo personal, al sacrificio familiar, pero también a la maravillosa existencia de la educación pública que nos permitió a los hijos de obreros cursar la escuela primaria, la secundaria y la universidad (cosa que no nos hubiera sido posible de vivir en el modelo de la enseñanza privada como única alternativa) alzo mi voz de repudio, aunque ¿por qué ser tibio? de asco ante una idea que sólo generaría exclusión y profundizaría la desigualdad social.
La educación, como la salud no pueden dejarse en las manos especulativas de empresarios que no dudarían en cerrar sus puertas si dejara de ser un negocio. Los empresarios están para ganar dinero, y no está mal. Pero educar, es otra cosa, porque sólo la educación posibilita la disminución de la brecha entre las clases sociales, ya que sin importar de qué cuna uno provenga, la igualdad de oportunidades deja en claro las verdaderas capacidades de cada uno de los argentinos. Hay verdaderos talentos nacidos en la humildad y hay también, a qué negarlo si salta a todas luces, algunas personas a las que ni el dinero ni la familia acomodada le han servido para desarrollar una inteligencia inexistente.
Dejo en claro que este escrito no apunta a agredir a la persona del señor Pirovano, sino a cuestionar seriamente sus ideas. Pero valoro la sinceridad con la que están planteadas. Mostrando claramente quién es quién y que modelo de país y justicia social se tiene.
Ante la inminencia de las futuras elecciones creo que estas manifestaciones ayudan para que cada quién elija en que país quiere vivir.
Por mi parte, abrazo a los docentes y a los médicos de las escuelas y hospitales públicos porque sé cuánto se sacrifican cada día por hacer, con lo poco que les dan, todo lo posible para que aquellos que menos tienen puedan construir una vida digna y respetable.




Fuente: http://grolon.tumblr.com/ Blog oficial del Lic. Gabriel Rolón

2 comentarios:

Gabriela dijo...

Coincido con la opinión de que no corresponde hablar de educación y salud privada siendo éstas una obligación particular del estado (nacional, provincial o local). Se trata siempre de poner a disposición todas las posibilidades de acceso a los distintos espacios vitales para el desarrollo óptimo de todos los ciudadanos por igual,¡qué importa el color de la cuna! Las personas que trabajan en ámbitos públicos y tienen esta convicción sobre el significado de cosas como la "escuela pública", la "universidad pública nacional" (por citar ejemplos) bien saben el camino a seguir cuando llegue octubre de este año. Todos (me incluyo) queremos tener una vida digna.

Un Crispador dijo...

Coincido con tu opinión Gabriela, muchisimas gracias por participar!.